Own, Be Owned or Remain Invisible es uno de los clásicos del net art, pero aquí se acerca a la literatura electrónica si consideramos a esta obra como perteneciente al género satírico, como una provocadora reducción al absurdo de la hipertrofia de los links.
El autor es Heath Bunting y la obra pertenece a su periodo blanco sobre blanco de mitad de los 90. En ella critica el espacio social de internet, lugar donde acontece una compleja intersección de expresiones narcisistas y exhibición pública, que es campo de batalla entre las instituciones y el individuo, así como escenario de una inevitable comercialización.
Creada en 1998 refleja el estado de la red en ese periodo, aunque todavía permanece vigente en el momento actual. Se presenta como una simple página web con un fondo blanco. El texto, en gris claro, está tomado de un artículo sobre el propio Heath Bunting escrito por James Flint en el periódico The Telegraph. En lugar de presentar el artículo en su forma tradicional, Bunting enlaza casi todas las palabras al dominio.com correspondiente, que puede o no estar registrado. En 1998 muchos de esos sitios no estaban registrados, pero sí lo están hoy. En contraste, algunos dominios estaban registrados en los pasados 12 años y ahora no pertenecen a nadie, lo que refleja el carácter efímero de la propiedad en internet. La obra de Bunting muestra también la cantidad de dominios absurdos o banales que las compañías compran.
No todas las palabras están enlazadas; por ejemplo, Heath Bunting, flyposter, graffiti, artist, art, radio, pirate,bulletin, board, Heath, Kings Cross, phone-in, mother, bogus, Glaxo. Las deja sin link con la intención de apropiárselas registrándolas a su nombre y garantizar así su identidad en internet.
En el otro extremo del uso de los links están los experimentos sobre "desenlazamiento" (de-linkfication) propuestos por Nicholas Carr quien sostiene que para una mejor comprensión y asimilación de los textos en internet los enlaces no deben ir incrustados en las palabras sino colocados en una lista al final como notas a pie de página. Como siempre, debemos buscar un camino intermedio entre la hipertrofia y la atrofia.
Entrada publicada por Juan José Díez
Desde mi humilde opinión no se acerca: lo es plenamente.
ResponderEliminarSí Pedro, estamos en una selva con tantas especies nuevas que es difícil saber si son galgos o podencos. Aprovecho para felicitarte por tu santo, que ahí no hay polémica,sino rotunda constatación: Pedro sobre esta piedra...
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