miércoles, 19 de octubre de 2011

Que florezcan mil flores

                                                                                 El Roto en El País

       A trancas y barrancas, la edición en español se apresta a incorporarse a la (r)evolución digital. Más que el desembarco inminente de los grandes jugadores internacionales, una prueba de ello ha sido la XIX Liber (5-7 octubre 2011), la feria profesional que es punto de referencia tanto del mercado español como de los mercados hispanoamericanos. Promovida por la Federación de Gremios de Editores de España, Liber es un buen indicador de la temperatura del sector. Y la gran novedad de este año fue la inauguración de un nuevo espacio, Liber Digital.
       Organizado por Arantxa Mellado y Silvia Mas, contó con talleres, ponencias y mesas redondas en las que estuvieron desde Google hasta Intangible, una editorial digital independiente que ha lanzado una colección de microrrelatos para su venta y distribución en teléfonos inteligentes. El gran faltazo lo dio Amazon, cuyo reciente lanzamiento en España despertó grandes expectativas, de momento insatisfechas.
    Liber Digital fue un succes d’estime, una piedra de toque y un motivo de esperanza para quienes no quieren quedar por detrás de los cambios ya operados en otros mercados. Entre los optimistas están Justo Hidalgo y Aitor Grandes, fundadores de 24 Symbols, una startup española que viene consiguiendo más píxeles ennegrecidos que títulos para comercializar en su modelo de suscripción freemium.

Nunca habrá un Spotify de los libros

     Varias circunstancias han contribuido al malentendido generado alrededor de 24 Symbols. 
     La primera de ellas es que se los identificó, desde mucho antes del lanzamiento en beta, con Netflix y Spotify, modelos de imposible traducción al mundo del libro por el sencillo motivo de que no todos los contenidos digitales producen la misma experiencia de consumo online. La nube no es necesariamente sinónimo de streaming.
      Otra es que los integrantes de 24 Symbols vienen de la ingeniería y del software y no tienen arraigo en la industria editorial ni en el mundo de la cultura, que los editores creen dominar. Esto provocó una automática xenofobia gremial, que tendió a ridiculizar sus propuestas, y no permitió la natural celebración de una ambiciosa iniciativa tecnológica local.
    Y además, por esa falta de conocimiento del medio en el que se internaba, 24 Symbols dejó que circulase a la bartola el meme “el Spotify de los libros”, que se convertiría en uno de sus peores hándicaps.
     Las analogías sirven si, comparando algo que nos resulta archiconocido con algo que no lo es, nos vuelve capaces de dar el salto cognitivo a lo nuevo. Matt Mullin intentó, con certero instinto, enraizar a 24 Symbols en el mundo del libro y escribió un post donde comparó, negativamente, su modelo con el de las bibliotecas. Fue la primera flecha disparada en dirección a la diana.
     Nunca habrá un Netflix ni un Spotify de los libros, como señaló Javier Celaya en Publishing Perspectives. Pero 24 Symbols no es tal ni se lo propone. Mi analogía resultará familiar y de fácil comprensión porque hay antiguos precedentes en el mundo de la edición. Las suscripciones no nos han sido ajenas. Si 24 Symbols ha de tener futuro, deberá buscar su modelo en los clubes del libro, como lo fueron el Círculo de Lectores o el Book-Of-The-Month Club, y traducirlos a la era de Internet. Esto acarreará nuevos desafíos, que sin duda Justo y Aitor sabrán enfrentar con resolución y alegría.

Nombrar la soga

     Aquí mismo, Justo Hidalgo reconocía que 24 Symbols necesita llegar a una masa crítica de usuarios que se sientan cómodos con una experiencia de lectura gratuita que implique la presencia de anuncios. Y que, alcanzada esa masa crítica, haya un porcentaje significativo que haga la conversión al servicio de suscripción de pago o premium.
     Bienvenidos a la realidad. No habrá masa crítica de usuarios si no hay masa crítica de contenidos en oferta. Y resulta que esos usuarios tienen la particularidad de ser lectores, lectores de libros, que es una actividad un tanto especial. La llave a esos contenidos no la tiene el canal de venta o distribución, sino los editores. ¿Se les puede pedir un acto de fe?

      No. Por dos motivos.

     1. Las ventas de libros impresos, que es el core business de los editores, siguen a la baja (-6.2 en 2010) y todos los esfuerzos irán a preservar lo que ya existe.
      2. La gran mayoría de los contratos que los editores tienen con sus autores no contempla la explotación de un derecho secundario como sería la venta por suscripción propuesta por 24 Symbols, ni mucho menos los ingresos por publicidad.
    El de los derechos no es un tema menor, ni depende solo de la voluntad del editor. Ha estado en el centro del retraso de España en la adopción de los ebooks. Los editores anglosajones, en especial los estadounidenses, hace más de 10 años que renegocian contratos y por eso hoy se dispone de una oferta considerable de ebooks en librerías como Amazon o Barnes & Noble.
    Pero hay algo más que explica la reticencia editorial ante 24 Symbols y se centra en el siempre tenso territorio de qué porcentaje de la renta del libro le toca a los distintos detentores del copyright. En el caso de los derechos secundarios, el editor debe ceder al autor entre el 40 y el 60 % de las sumas obtenidas por la explotación de la obra. Renegociar esos contratos es pedir a los editores que reabran una agria discusión con los agentes literarios, que ya han dado por cerrada, en lo que concierne a los derechos de explotación digital.
    El modelo de suscripción es una opción más que interesante a explorar, pero 24 Symbols no puede proponerse a los editores como un canal minorista más. Porque en la lógica que rige los usos y costumbres de la edición no lo es.
     Y si se proponen como un club del libro, se verán obligados a convertirse en editores que explotan derechos secundarios.
    No es una opción fácil, aunque tiene más probabilidades de éxito que la prédica en el desierto en busca de un acto de fe que nunca se producirá. Porque, como bien dijo Justo en FutureBook, ROI es el mantra de unos y de otros.

Libros como servicio

     Esta es la idea fuerza detrás de 24 Symbols. Una que sintetiza perfectamente la función de los libros a través de los siglos como portadores de conocimiento, como vehículos de nuestras conversaciones con los ausentes, y la naturaleza de Internet. Mientras otros se obstinan en crear objetos a través de la gamification, de los libros enriquecidos, de los transmedia, la propuesta de esta startup es refrescante.
     Ahora que el mercado del libro en español empieza a aceptar que hay vida más allá del papel, solo falta que florezcan mil flores. 24 Symbols es una flor exótica que merece prosperar en este jardín, donde necesitará cuidados especiales.

---------

Actualización: El viernes 14 de octubre, en la conferencia de prensa previa al anuncio del ganador del Premio Planeta, José Manuel Lara dio a conocer oficialmente el inminente lanzamiento de e-Círculo, una plataforma de libros electrónicos en la nube que ofrecerá títulos “en alquiler”. Las similitudes con el proyecto de 24 Symbols son tales que uno se atrevería a hablar de plagio creativo. Este abrupto cambio en la estrategia de Planeta plantea importantes cuestiones sobre el futuro de Libranda, la plataforma de distribución en la que el gigante editorial es socio de Santillana y Random House Mondadori. También presenta un nuevo reto a las iniciativas independientes, ya que e-Círculo se beneficiará de una base cientos de miles de socios, miembros de Círculo de Lectores, el club del libro impreso del que la misma editorial es propietaria. Una ventaja competitiva difícil de desafiar.

Versión española de la entrada de Julieta Lionetti en Futurebook

Share/Save/Bookmark

3 comentarios:

  1. Gracias por la informacióm,buena entrada :)

    ResponderEliminar
  2. O:buen blog, sehhh pero me quede un poco....

    OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOK

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...