The Sweet Old Etcetera es una obra interactiva de poesía visual y web-art realizada en flash y creada por Alison Clifford, con diseño sonoro de Graeme Truslove, que integra la poesía de E.E. Cummings en un escenario gráfico aparentemente sencillo pero que con la intervención del lector se va expandiendo. Las tecnologías interactivas ofrecen la posibilidad de hacer que gráficos, texto y sonido reaccionen a los movimientos del ratón del usuario, creando una experiencia multimedia y dinámica.
De hecho, una vez entramos en la obra debemos desarrollar con la ayuda del ratón un árbol cuyo tronco y ramas están hechos de palabras. Una vez terminado, pulsando en el extremo de una rama, pasamos a otra página en la que se desplazan palabras sueltas dislocadas que debemos también explorar con el cursor. Luego llega otra página en la que el árbol crece sobre un barquito de papel. Allí unos asteriscos esconden notas musicales. Las imágenes son propias de un juego de niños y Clifford, al igual que Cummings, juega con el lenguaje al modo en que los niños rompen un juguete y siguen jugando con los trozos resultantes.
Los poemas utilizados en la obra son "un(bee)mov", "D-re-A-mi-N-gl-Y", "the/ sky/ was," "r-p-o-p-h-e-s-s-a-g-r" y "l(a" pertenecientes a sus COMPLETE POEMS: 1904-1962, disponibles en Amazon.
Cummings en su obra experimentó radicalmente con la forma, la puntuación, la sintaxis, abandonando las estructuras y técnicas tradicionales para crear un nuevo medio de expresión poética altamente dependiente de la estética vanguardista dadá. (El poema "l(a" es un buen caso en el que la crítica post estructuralista de Jacques Derrida puede lucirse). Además, esa ruptura de la linealidad y del sentido hace que algunas de sus obras parezcan (avant la lettre) propias de un generador automático de palabras ejecutado por ordenador. Aunque no sólo su adscripción al vanguardismo explica su técnica poética, también podemos considerar el hecho de que fue pintor, y por tanto su poesía debe ser leída en clave visual tanto respecto a su forma como a su contenido.
Entrada publicada por Juan José Díez
Esta es una de las realizaciones de poesía electrónica interactiva que más me gustan: no se separa del sentido de la obra original; creo que más bien la amplifica y completa, porque como bien dices en el post, la poesía de Cummings necesita de una interpretación tanto semántica como visual. Estoy convencida de que hay las herramientas electrónicas van a permitir una relectura de bastantes textos del siglo XX, respecto a los que sus autores posiblemente previeron unas posibilidades que técnicamente eran bastante impracticables en el momento en que fueron concebidos. Las obras de los dadaístas son un claro ejemplo.
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