253 or Tube Theatre (1996) es una interesante propuesta de Geoff Ryman que combina una historia atractiva y sencilla (el accidente de un tren subterráneo), con una interfaz amigable (un mapa que indica el lugar de los vagones del tren y algunos títulos sugerentes que impulsan a acceder) y un lenguaje sarcástico y burlón que intensifica su intención crítica.
Ryman llama a su texto "Una novela para el Internet acerca de un tren subterráneo de Londres con siete vagones que se estrella". En general, Ryman es muy explícito a la hora de conducir al lector por la lógica del hipertexto, pero esa labor de "conducción" es ingeniosa y lúdica, de modo que no se impone un tono serio o trascendental, y esto facilita que el lector sea orientado por las "instrucciones de uso" sin ningún acoso. A través de esta estrategia de presentación nos enteramos de la estructura del texto: Son 253 pequeñas historias, correspondientes a los 252 pasajeros (36 por cada vagón, 7 vagones) y el Conductor del Tren. Se puede acceder a las historias "entrando" a los vagones (en realidad, una tabla que presenta esquemáticamente la distribución de los asientos) y haciendo clic sobre alguno de los nombres que corresponden al pasajero ubicado. El nombre del pasajero siempre está acompañado de una indicación de su postura (de frente o de espalda) y de alguna frase que sugiere la historia. Cada historia refleja lo que está haciendo o pensando cada persona, justo un minuto antes de ocurrir el accidente (del que ninguno se entera previamente). De modo que tenemos simultáneamente, al menos 253 pequeñas historias.
Así por ejemplo, en el vagón número siete se encuentran los pasajeros numerados desde el 182 hasta el 200. El nombre del 182 es Anthony Khan y el "título" de su historia es George y George. El número 183 corresponde a Georgina Havistock y su historia se sintetiza con el título: "Las malas maneras y Yesterdaze". Cada personaje se desarrolla con tres tipos de información: una descripción de su apariencia física, información sobre su carácter interno y finalmente se narra lo que piensan o hacen. El lenguaje es irónico y leve, pero con la intención de sorprender. En caso del ejemplo, pronto nos damos cuenta de la situación en que se encuentran Anthony y Georgina, su relación interpersonal y con la de otros pasajeros del vagón. Entre Anthony y Georgina, existe una especie de equívoco que tiene a Anthony molesto y a Georgina avergonzada.
A medida que uno avanza (ordenadamente o al azar) por cada personaje, se va descubriendo una trama compleja de relaciones entre los pasajeros del tren. De manera que al final se tiene, efectivamente, una novela con muchas historias, muchos personajes y muchas relaciones. Ryman se burla de esta complejidad diciendo que es como jugar a un Dios (tanto el autor como el lector juegan a ser ese Dios Omnisapiente), que lo sabe todo; y de esta manera se anticipa a la posible crítica que se le podría hacer a su narración, en cuanto conserva el rol omnisciente del autor.
Constantemente se manifiesta el humor negro de Ryman, como en la lexía: "Imagine su publicidad en este espacio", que es una burla a la publicidad en Internet. Uno de los "anuncios publicitarios", por ejemplo, es sobre la novela misma, que se promociona proponiendo el slogan: "Impresione a sus amigos con esta novela". En la lexía: "Another one along in a minute", el autor propone al lector que escriba su propia historia, pero lo hace diciendo irónicamente: "Dios es inagotable o los múltiples autores", una especie de burla a la idea de una hiperficción colaborativa. De cualquier modo, la posibilidad de enviar un correo electrónico a Ryman, proponiéndole la historia está disponible.
Existen también dos "finales", uno corresponde a la escena que se ha estado esperando (lo que sucede tras el accidente) y otro que corresponde al "cierre de la lectura", ambos redactados con ironía también.
En general, el texto es a la vez ingenioso, amigable y contundente, así como impresionante es el trabajo de entramado de la historia. Esta hiperficción demuestra básicamente dos cosas: que se pueden desarrollar historias con esquemas y estructuras relativamente sencillos y que la introducción al medio y a su estética no tiene por qué ser un trauma para los lectores.
Constantemente se manifiesta el humor negro de Ryman, como en la lexía: "Imagine su publicidad en este espacio", que es una burla a la publicidad en Internet. Uno de los "anuncios publicitarios", por ejemplo, es sobre la novela misma, que se promociona proponiendo el slogan: "Impresione a sus amigos con esta novela". En la lexía: "Another one along in a minute", el autor propone al lector que escriba su propia historia, pero lo hace diciendo irónicamente: "Dios es inagotable o los múltiples autores", una especie de burla a la idea de una hiperficción colaborativa. De cualquier modo, la posibilidad de enviar un correo electrónico a Ryman, proponiéndole la historia está disponible.
Existen también dos "finales", uno corresponde a la escena que se ha estado esperando (lo que sucede tras el accidente) y otro que corresponde al "cierre de la lectura", ambos redactados con ironía también.
En general, el texto es a la vez ingenioso, amigable y contundente, así como impresionante es el trabajo de entramado de la historia. Esta hiperficción demuestra básicamente dos cosas: que se pueden desarrollar historias con esquemas y estructuras relativamente sencillos y que la introducción al medio y a su estética no tiene por qué ser un trauma para los lectores.
Entrada publicada por Jaime Alejandro Rodríguez en Relato Digital
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