En esta obra de 2005, Tim Guthrie ha plasmado en versión electrónica la ficción de Lance Olsen, 10:01. Se trata de una hipermedia complementaria y respetuosa de la novela de vanguardia pop de Olsen sobre lo que ocurre en la mente de algunos espectadores de un cine diez minutos y un segundo antes de que la sesión comience. Muestra cómo la novela puede vivir de manera natural a la vez en un libro y en un ordenador. Esta versión proporciona una interfaz poderosa, pero fácil de usar, posibilitando un acceso directo a los pensamientos de los personajes. El lector puede elegir entre los espectadores del patio de butacas aquellos que prefiera y ahondar más profundamente en sus mentes. Un detalle muy importante: es la única que he visto con enlaces externos a Internet. Albricias. No deja de ser sorprendente que los ciberlibros renuncien precisamente al instrumento más poderoso a su disposición, la conexión directa a la web.
Entrada publicada por Juan José Díez
Quizá sea porque los enlaces desaparecen en pocos meses (años a lo sumo), o cambia la dirección, y por eso no es recomendable que haya enlaces a Internet porque, simplemente, al poco la obra dejará de funcionar.
ResponderEliminarNi siquiera los de Youtube, tan populares, son fiables. Aparecen y desaparecen al albur del dueño que puso el enlace o de las quejas sobre derechos de autor.
Y, además, muchos enlaces llevan scripts o contenido activo que no se ejecutan en la mayoría de los equipos por seguridad.
No digamos ya la moda axfisiante de que haya firewalls que filtran los contenidos según la fuente.
Por último, muchas obras aspiran a ser distribuidas también en CDROM o cualquier sistema off-line y el que haya enlaces obliga a que el lector esté conectado, lo que es mucho suponer.
Sí Félix, los enlaces son efímeros. Contra eso el autor debe buscar webs sólidas. Generalmente las que tienen mejores contenidos son institucionales o de empresas potentes (recuerdo la revista LIFE). El autor debe evitar también los sitios con scripts, eso está en su mano. Aún así tiene a su disposición una multitud enlaces con los que trabajar. En cuanto a que haya autores que aspiren a ser distribuídos off line, creo que serán una minoría, la inmensa mayoría quiere la universalidad de Internet.
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