(Mi intervención en Escribit 2010)
Para analizar los nuevos horizontes que abre Internet a la creación literaria y a la edición digital voy a centrarme en relatar mi experiencia como escritor electrónico independiente.
En el mundo de la música los autores "indie" aprovechan la red para publicar y difundir sus obras al margen de las discográficas, distribuyéndolas en las grandes librerías musicales online. Además, se benefician del software digital para experimentar nuevas formas de creación.
En el campo de la literatura a los escritores también se nos abre esta posibilidad. La tecnología de Internet nos permite publicar nuestra obra ante una gigantesca audiencia potencial, a un bajo costo, sin estar necesariamente relacionados con una editorial; nos convertimos así en nuestros propios editores, promotores, libreros y distribuidores. En cuanto a la creación, el hipertexto, el lenguaje de Internet, nos ofrece la posibilidad de ensayar nuevas formas narrativas.
Ésta es la audiencia potencial: dos mil millones de usuarios de Internet en 2010. Podemos ver en tiempo real ese hervidero.
¿Qué se le ofrece a esa audiencia? Un libro. Pero hay 130 millones de libros producidos por la imprenta de Gutenberg. A éstos se suman 15 millones de libros digitalizados de dominio público que se pueden leer gratis en pantallas de ordenador. Los suministran Google, Internet Archive, Proyecto Gutenberg, Cervantes Virtual... Además, hay 3 millones de libros digitalizados disponibles para lectores de tinta electrónica: tienen copyright y son comercializados por grandes librerías digitales como Amazon o Barnes and Noble.
¿De qué libro se trata en mi caso? Es una novela histórica, pero no teman, no es de egipcios ni de templarios ni de reinas medievales, sino de lo que en inglés llaman "faction" (fact + fiction), ficción más hechos (la documentación de los hechos la proporciona precisamente Internet). Su título es Don Juan en la frontera del espíritu. Don Juan Valera, el autor de Pepita Jiménez y del más importante epistolario de la literatura española, viaja a Washington como embajador de España en 1884. Agobiado por los acreedores, destruido su matrimonio, América le ofrece la promesa de vivir tranquilo y de reponerse económicamente. Pero las amenazas de los independentistas cubanos le acosan sin tregua. Katherine Bayard, hija del Secretario de Estado del presidente Cleveland, con su amor apasionado, tampoco le dará sosiego.
Como escritor digital independiente, cual Robinson Crusoe, puedo lanzar al mar de los libros una botella con esta novela dentro (en este caso la botella será una página web).
(La segunda parte tratará de la página web como plataforma de publicación y creación)
Entrada publicada por Juan José Díez
(La segunda parte tratará de la página web como plataforma de publicación y creación)
Entrada publicada por Juan José Díez
Este texto tuyo nos ofrece gran parte de las claves de esta herramienta. Excelente: con tu permiso lo usaré como referencia de partida en mis clases.
ResponderEliminarResulta estimulante su ponencia, sobre todo para abrir mentalidades sobre el concepto de libro, que no es un conjunto de pliegos encuadernados, sino lo que lo precede.
ResponderEliminarEl soporte ha ido del papiro al pergamino, pasando por el papel, y está yendo a las extensas posibilidades electrónicas.
Esperamos la segunda parte. Gracias.