Durante los primeros días del año se ha reavivado el eterno tema de la cobardía de las editoriales tradicionales españolas ante el reto del libro digital. Ninguna de ellas ha apostado por asomar la patita para ver cómo podrían capear el ciclón que se está fraguando.
En el blog eConectados ha aparecido el 2 de Enero una polémica entrada: Los editores españoles van a equivocarse con el ebook. Las ideas fundamentales son dos: los ereaders tienen tantas ventajas, que cuando se abaraten y mejoren sus funciones, barrerán al libro de papel (de hecho Amazon ha vendido más Dan Brown como libro digital que en códice) y dos: si las editoriales no ofrecen sus textos para los dispositivos lectores a un precio realmente competitivo, los usuarios terminarán (ya de hecho lo hacen) pirateándolos en las cada vez más numerosas y surtidas webs de descargas gratuitas.
En el blog Mi mesa cojea, el 4 de Enero, se publica la entrada: Ebooks gratis en la que el autor declara:
"En estos momentos, en mi Kindle hay 10 libros en castellano. No he pagado por ninguno de ellos, aunque lo he intentado. Lo he intentado en la web de Amazon, en la de El Corte Inglés, en la de La Casa del Libro y en las de las propias editoriales. También lo he intentado a lo loco, a través de Google. Nada. No he podido pagar por ninguno de ellos porque las editoriales de España han sucumbido a una especie de terror, de negación absurda a lo evidente. Los ebooks, para ellos, no existen."
En el blog eConectados ha aparecido el 2 de Enero una polémica entrada: Los editores españoles van a equivocarse con el ebook. Las ideas fundamentales son dos: los ereaders tienen tantas ventajas, que cuando se abaraten y mejoren sus funciones, barrerán al libro de papel (de hecho Amazon ha vendido más Dan Brown como libro digital que en códice) y dos: si las editoriales no ofrecen sus textos para los dispositivos lectores a un precio realmente competitivo, los usuarios terminarán (ya de hecho lo hacen) pirateándolos en las cada vez más numerosas y surtidas webs de descargas gratuitas.
En el blog Mi mesa cojea, el 4 de Enero, se publica la entrada: Ebooks gratis en la que el autor declara:
"En estos momentos, en mi Kindle hay 10 libros en castellano. No he pagado por ninguno de ellos, aunque lo he intentado. Lo he intentado en la web de Amazon, en la de El Corte Inglés, en la de La Casa del Libro y en las de las propias editoriales. También lo he intentado a lo loco, a través de Google. Nada. No he podido pagar por ninguno de ellos porque las editoriales de España han sucumbido a una especie de terror, de negación absurda a lo evidente. Los ebooks, para ellos, no existen."
Antes, el día 2, el mismo autor había mantenido una polémica en Twitter con algunos editores a raíz de este gorjeo: "Editoriales de España: la ausencia de ebooks en vuestros catálogos me está obligando a descargarlos sin pagar. Enhorabuena y gracias."
Jorge Ledo, en su blog Ficta Eloquentia, se hace eco del debate y el 5 de Enero publica El libro digital, España y el modelo americano, donde aporta unos sabios consejos a las editoriales. Cree que la literatura de consumo será pirateada "de manera inmisericorde", pero a diferencia de las discográficas, las editoriales tienen la baza de la edición digital seria y referenciada de muchas obras de sus fondos que tendrían un amplio público académico que no puede conseguirlas por estar descatalogadas.
La viveza y variedad de los comentarios a todas estas entradas aporta una dimensión iluminadora, y muchas veces divertida, que es indispensable conocer también.
Entrada publicada por Juan José Díez
Leí la entrada que dedicó eConectados a través de Apezz, desde donde leí el artículo de El Pais dedicado al tema.
ResponderEliminarPocos días después, este miércoles pasado, el debate de El Público lee (programa de Canal Sur tv) era este. Y vi lo mismo que leí en el periódico: las editoriales se niegan a dar el paso, cegados en algunos casos (como las librerias tradicionales) por una gran soberbia.
Lo peor es eso, que tienen en quién fijarse y se sabe que toda Europa está dando los pasos. No entiendo porque aquí en España somos tan...carcas.
Interesante articulo de hoy en un periódico de tirada nacional. Políticamente incorrecto para lo que está de moda decir, pero muy interesante.
ResponderEliminaraquí está
Ele, yo no creo que sea soberbia, sino miedo a una amenaza real. Lo que pasa es que ante esa amenaza de nada les vale esconder la cabeza debajo del ala. Y también entre los escritores, por ejemplo, Muñoz Molina en su respuesta a Ibarra en el País.
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