Hace unos años existía en televisión un programa concurso que se basaba en acertar el precio de un articulo determinado y cuyo título era “El Precio Justo”. Ante la aparición de diversos dispositivos lectores de texto digitalizado (y, a efectos de esta reflexión, no importa cómo los denominemos finalmente. Me temo que el nombre definitivo dependerá de las campañas de marketing y no de ningún criterio lingüístico) cabe preguntarse cuál sería el precio razonable y justo en términos de mercado de estos artefactos. La misma reflexión podría hacerse del coste de los propios ficheros que contienen los libros digitalizados.
Parece que estamos lejos de la situación de equilibrio entre oferta y demanda.
Por ejemplo, hoy en día, la mayoría de los lectores digitales de ciertas prestaciones no puede encontrarse por menos de 200€, al menos si son originales (copias piratas de estos pueden obtenerse significativamente más baratas en algunos países). Existen unos pocos lectores más sencillos del orden de los 120 euros y prestaciones menores.
Parece que estamos lejos de la situación de equilibrio entre oferta y demanda.
Por ejemplo, hoy en día, la mayoría de los lectores digitales de ciertas prestaciones no puede encontrarse por menos de 200€, al menos si son originales (copias piratas de estos pueden obtenerse significativamente más baratas en algunos países). Existen unos pocos lectores más sencillos del orden de los 120 euros y prestaciones menores.
Pues bien, un estudio que elaboró no hace mucho The Cocktail Analysis entre internautas españoles de 18 a 45 años concluye que, como media, las personas encuestadas creen que el precio justo de un lector digital con prestaciones debe rondar los 71€, lejísimos de los precios actuales. Los potenciales usuarios los comprarían sobre todo para leer novela, quedando otro tipo de literatura o la lectura de periódicos significativamente por detrás en las preferencias.
Por otro lado, también el coste de las descargas de los libros digitalizados está lejos de los precios a los que el consumidor aspira. De acuerdo a la segunda edición del estudio “Digitalización del libro en España", realizado por Dosdoce.com y Ediciona, el 40% de las 277 editoriales encuestadas durante la Feria del Libro LIBER considera que el precio de los libros digitales que se descargan debería ser un 50% más barato que su versión en papel (aunque no se indica respecto a qué tipo de edición en papel. Se supone que a la más sencilla, no a las ediciones de lujo). En cualquier caso, los 9.99 USD a los que Amazon vende los best sellers parecen muy excesivos para los consumidores españoles. Y probablemente el dólar al que vende las ediciones de clásicos también, porque estos libros mayoritariamente pueden encontrarse de manera gratuita en la red. A este coste habría que sumar el de la conexión telefónica (está por ver la reacción de las compañías de telefonía ante el roaming gratuito que propone Amazon).
Este estudio indica también que una mayoría de lectores aceptaría que los ficheros digitalizados incluyeran publicidad si los libros digitales pudieran descargarse gratuitamente. Como dato interesante, señalar que los usuarios parecen aceptar el nuevo soporte pero no tanto los nuevos contenidos ya que los e-books preferidos serían los best-sellers en papel, sólo que digitalizados. Cabe mencionar otro hecho interesante. En Estados Unidos, unos millares de bibliotecas ofrecen ya el servicio de descarga sin coste. Así, fidelizan a sus socios y ofrecen un servicio doble: en papel o en soporte electrónico. Esta tendencia puede generalizarse y entonces nos encontraríamos con un escenario en el que el lector podría descargarse gratis un libro digitalizado, sin necesidad de pagar por él descargándolo de una editorial o de un proveedor de tal servicio. Esto supondría un obstáculo notable para que se desarrollara una industria rentable en torno al libro digital.
Los consumidores se decantan, asimismo, por lectores capaces de visualizar formatos abiertos no propietarios a fin de no quedar esclavos de una compañía o un lector determinado.
Por otro lado, también el coste de las descargas de los libros digitalizados está lejos de los precios a los que el consumidor aspira. De acuerdo a la segunda edición del estudio “Digitalización del libro en España", realizado por Dosdoce.com y Ediciona, el 40% de las 277 editoriales encuestadas durante la Feria del Libro LIBER considera que el precio de los libros digitales que se descargan debería ser un 50% más barato que su versión en papel (aunque no se indica respecto a qué tipo de edición en papel. Se supone que a la más sencilla, no a las ediciones de lujo). En cualquier caso, los 9.99 USD a los que Amazon vende los best sellers parecen muy excesivos para los consumidores españoles. Y probablemente el dólar al que vende las ediciones de clásicos también, porque estos libros mayoritariamente pueden encontrarse de manera gratuita en la red. A este coste habría que sumar el de la conexión telefónica (está por ver la reacción de las compañías de telefonía ante el roaming gratuito que propone Amazon).
Este estudio indica también que una mayoría de lectores aceptaría que los ficheros digitalizados incluyeran publicidad si los libros digitales pudieran descargarse gratuitamente. Como dato interesante, señalar que los usuarios parecen aceptar el nuevo soporte pero no tanto los nuevos contenidos ya que los e-books preferidos serían los best-sellers en papel, sólo que digitalizados. Cabe mencionar otro hecho interesante. En Estados Unidos, unos millares de bibliotecas ofrecen ya el servicio de descarga sin coste. Así, fidelizan a sus socios y ofrecen un servicio doble: en papel o en soporte electrónico. Esta tendencia puede generalizarse y entonces nos encontraríamos con un escenario en el que el lector podría descargarse gratis un libro digitalizado, sin necesidad de pagar por él descargándolo de una editorial o de un proveedor de tal servicio. Esto supondría un obstáculo notable para que se desarrollara una industria rentable en torno al libro digital.
Los consumidores se decantan, asimismo, por lectores capaces de visualizar formatos abiertos no propietarios a fin de no quedar esclavos de una compañía o un lector determinado.
Asimismo, en el estudio de Ediciona del 2008, el 57% de los encuestados consideraba que las dos “tecnologías” (papel y electrónica) convivirán; tan sólo un 15% de los profesionales del sector opinaba que los libros electrónicos llegarían a imponerse sobre los libros en papel.
Ningún estudio, sin embargo, habla de literatura digital. Todos los debates se centran casi exclusivamente en la digitalizada. Muy poca gente, hoy por hoy, está dispuesta a pagar por la literatura digital existente (entre otros motivos, porque se asimila a los blogs y estos son gratis. Al menos hasta que Blogger, Wordpress, Obolog, etc lo permitan).
Da la impresión que falta aún para que la demanda y la oferta – al parecer más mediática que real- se crucen en el precio justo y en el interés común.
Entrada publicada por Félix Remírez
Éste si va a ser un debate clave, junto al de la compatibilidad de los sistemas.
ResponderEliminarLlegaremos a los 50 euros.
Los artistas del futuro van a tenerlo difícil si no cambia algo en esta sociedad basada en que algo vale el equivalente a su coste en el mercado.
ResponderEliminar"Hay que ser muy necio para confundir valor con precio", creo que lo decía Machado. Hoy en día hay que ser muy necio también para lo contrario.
Hace unos días planteaba yo algunos de los temas de los que hoy hablas en mi blog. Para mí, hay varios temas claves para que los eReaders se extiendan: 1. El precio de los lectores electrónicos. 2. El precio de los ebooks. 3. La compatibilidad de formatos.
ResponderEliminarLo que no puede ser es que un ebook cueste lo mismo o casi lo mismo que un libro en papel.