Por la tarde llega la conferencia Zones de contacte de Laura Borràs Castanyer. Cuando habla Laura Borràs, con esa voz dulce y amable, da la sensación de que estás ante la persona que más sabe de Literatura Electrónica de España. Lo conoce todo, de todas las lenguas. Todas las experiencias, las buenas y las malas, y aún así no se deja llevar por la tecnofilia, siempre ancla su discurso en la firme historia del texto literario a través de las sucesivas y ancestrales tecnologías que lo han contenido. Insiste en que esto del ordenador, es solo un aparato más de los que han determinado la literatura a lo largo de la escritura.
Con un lenguaje muy preciso y muy veloz, con muchísimos datos concretos y enemiga de los posmodernos juegos rebuscados del lenguaje (en una línea que recuerda a su colega y amigo Manuel Castells) nos habla de los problemas de la lectura en pantalla, de la literatura digital frente a la literatura digitalizada y de los contactos entre las formas literarias tradicionales de literatura y las actuales.
Así, comenta casos como el de Rui Torres, que reutiliza textos de Clarice Lispector o Pessoa para reescribirlos a través de nuevos formatos; nos enseña un libro francés que en su índice presenta un "mode d'emploi" como cualquier otro electrodoméstico, y nos deja ver y tocar a toda la sala un curiosísimo libro de Jorge Carrión Crónica de viaje (2009 y autoeditado) que es definido como "libro en formato google".
Advierte que tecnología no es igual a innovación. Lo moderno no es innovación. La innovación solo puede darse cuando existe un valor añadido.
También hace referencia a la dificultad añadida que supone para el escritor digital la escritura doble que requiere el software de una máquina, pero en este punto cita una frase de William Morris, formulada originariamente en el ámbito del arte escultórico que dice: "no hay arte sin una cierta resistencia de los materiales".
Entre la inmensa cantidad de obras digitales con que ilustra cada línea de su discurso, puedo rescatar unas pocas: New Digital Emblems de William Poundstone. O también, Fitting the Patern de Christine Wilks, una obra digital en la que hacemos salir el texto de unos patrones de costura mientras confeccionamos un vestido. La ergodicidad de la obra establece un diálogo perfecto con el "saber oculto" de la tradición literaria femenina, con la metáfora del texto como "tejido", con la concepción abarcadora del texto barthiano...
Nos enseñó otro texto complejísimo, ganador del premio Ciutat de Vinarós 2008, que solo puede ser leído a través de la web cam: Andromeda, de Caitlin Fisher. Desgraciadamente actualmente están rotos los enlaces de Hermeneia que mostraban el vídeo de la "lectura" del libro, en las fotos apenas se puede percibir lo espectacular de su presentación.
Vemos Public Secrets, de Sharon Daniel. Una obra que ejemplifica el factor socialmente compormetido de buena parte del arte digital. Se encuentra integrada en el proyecto Vectors, una revista de cultura y tecnología "de Dinámica Vernácula", en la que podemos encontrar cantidad de obras e iniciativas relacionadas con la cultura digital.
Separation de Annie Abrahams, es otro ejemplo de obra socialmente comprometida perpretada por esta híbrida entre artista y hacker informática.
La iniciativa de Global Poetry System, que permite asociar poemas a coordenadas geodésicas, o incluso subir rutas literarias y guardar los recorridos de otros lectores.
En este mismo orden de cosas se habla del Geocaching, turismo cultural interactivo, y de una novela de Christoph Benda, Senghor on the Rocks una novela contada a través de Google maps.
El tiempo se nos echa encima y lamentablemente no tenemos tiempo de comentar una de las obras que presenta este portal, Tierra de Extracción, del peruano Domenico Chiappe.
En sus conclusiones nos habla de la situación del lector digital, que puede sentirse desbordado y frustado por la cantidad de nuevas propuestas, pero señala que a cambio la problematización de la lectura y la literatura pasan a un primer plano favoreciendo el cuestionamiento de principios elementales, lo que siempre fuerza el desarrollo de la creatividad.
Para Laura Borrás, lo importante han de ser los textos y no los formatos en los que se escriban. Considera que es fundamental la coexistencia y la retroalimentación de formatos. De hecho, señala un dato frecuentemente soslayado por los temerosos representantes de una parte de la industria del libro, y es que la presencia de un libro en la Red, en la mayoría de casos reporta un aumento de las tiradas en papel.
En cuanto al futuro, Laura Borrás considera que nos dirigimos indefectiblemente hacia la integración de dispositivos en un aparato compacto y móvil, en el que se incluyan todas las potencialidades del ordenador, con las ventajas de la tinta digital.
El último texto que rescata para la reflexión, es el ya clásico de Mark Prensky Digital Natives, Digital Inmigrants, sobre el problema que supone la brecha digital en la interacción educativa.
He realizado tan solo un esbozo de todo lo que la conferencia de Laura Borrás dio de sí, dejándome en el tintero, muchas obras, muchas ideas, y muchos comentarios interesantes, que quedan para el recuerdo de los que tuvimos el privilegio de oírla en directo.
Después tenía lugar la mesa redonda titulada Com és la literatura digital? Fronteres, connexions i diàlegs con Isaías Herrero, Ramón Dachs, Eugenio Tiselli y Ton Ferret.
Isaías Herrero nos presenta otra obra ganadora del premio de Poesía Digital Ciutat de Vinarós, en esta ocasión en 2007. En el enlace podemos descargarnos la aplicación para explorar su obra Universo Molécula, y leer una pequeña reseña de la misma.
Ramon Dachs, poeta hipertextual nos habla de las poéticas no lineales. Presenta dos obras suyas, Intertarot de Marsella, demuestra la aplicación de la tecnología digital a una de las narrativas más ergódicas que podemos encontrar en el mundo analógico: la lectura de las cartas del Tarot. Interminims es una serie de poemas mínimos, entre los que se puede navegar clicando en cada una de sus palabras.
Eugenio Tisselli es un programador-literato. Afirma que su primer contacto con la escritura fue a través del código informático. Escribía en BASIC a la edad de doce años, y programaba juegos en los que volcaba toda su creatividad y fantasía. El grueso de su trabajo se centra en la programación. Nos habla de los Mashups y nos enseña varios programas de su invención que mediante estas técnicas híbridas generan contenidos poéticos automáticamente, o entradas de blogs e incluso comentarios. Lo interesante de la propuesta de Eugenio Tisselli es que utiliza la web como plataforma compositiva para sus trabajos, no en la manera convencional de recuperar información, sino como herramienta tecnológica para dar forma a sus obras.
Por último Ton Ferret, que ya conocemos en este portal por su obra Retorn a la Comallega, contagia a la sala su simpatía y entusiasmo. Su obra Fuguebook que funciona como una aplicación API para facebook, consiste en una obra narrativa que interactúa con la información de tu perfil virtual y te envía mensajes al correo, o te increpa desde los comentarios de tu Facebook. De nuevo el diálogo que este tipo de obras establece con lo Real resulta muy emocionante y desata el debate en la sala.
Termina esta segunda sesión de conferencias con muchas conciencias literarias removidas.
Entrada publicada por Lluís Vila.
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