sábado, 23 de enero de 2010

La contrarreforma



Otoño de 1518. Existe revuelo en Roma. Las tesis teológicas de un agustino nacido en Eisleben –de nombre Lutero- se han propagado ampliamente en los ámbitos universitarios gracias a un invento novedoso, la imprenta. Las ideas que se proponen son un ataque a los cimientos de la Iglesia aunque el propio autor no pretendía tal efecto. De hecho, Lutero escribe que no desea que sus planteamientos académicos pongan en duda su sumisión a la Iglesia. Sirve de poco. La disputa teológica se convierte en amenaza práctica y, como siempre ocurre, los adversarios – sobre todo, dominicos y tomistas- se organizan y contraatacan. Lutero es tachado de hereje y es llamado a Roma para que se retracte. No lo hace y mediante la bula Exsurge Domine es condenado en 1520. Lutero se enoja y llega a llamar Anticristo al Papa. Como este no está solo y tiene partidarios, los ánimos se enconan y, en Enero de 1521, se expide una nueva bula excomulgatoria (Decet Romanum Pontificem) y se pone en marcha toda la maquinaria del poder establecido para controlar la reforma, ofensiva que llega a su culmen en el Concilio de Trento en 1532. Estados poderosos y personas ortodoxas se alinean en contra de las reformas. Unos por convencimiento religioso, teológico o ético. Otros por conveniencia. Otros por miedo. Otros por continuar ostentando cargos. Otros por conseguir beneficios. Aparecen leyes más severas, se unifican criterios, se uniformiza el culto, se imponen penas a los reformadores, la Inquisición toma nuevo impulso, la imprenta y la publicación son rigurosamente controladas. La mayoría de la gente- por ambos bandos- sólo sufre las consecuencias del conflicto entre las élites. La contrarreforma está en marcha.

¿Cómo influyó todo esto en la literatura? Sorpresivamente, muy bien. Es el siglo de oro de las letras españolas, quizá porque el conflicto, el sentimiento encontrado, la necesidad de libertad son la base de la buena literatura.

Siglo XXI. Existe revuelo en el mundo. Las tesis a favor de una red digital de contenidos e información no controlada, del libre intercambio, se han propagado ampliamente en ciertos ámbitos sociales de los países más influyentes del mundo, gracias a inventos novedosos como la web 2.0, las redes sociales o las conexiones P2P. El modelo de comunicación y distribución que se propone supone un ataque a los cimientos de la sociedad establecida, aunque los creadores e inventores de la red (un invento militar) estaban lejos de pretenderlo. Los ánimos se enconan. La disputa que bulle en ciertos círculos (blogs, redes sociales, oyentes de música o lectores de libros digitalizados) se convierte, poco a poco, en amenaza práctica y, como siempre ocurre, los adversarios – sobre todo editoriales, autores, agencias de seguridad, lobbies varios, medios de comunicación y gobiernos – se organizan y contraatacan. Unos por convencimiento ideológico, político o ético. Otros por conveniencia. Otros por miedo. Otros por continuar ostentando cargos. Otros por conseguirlos. Aparecen leyes más severas, se unifican criterios, se uniformiza la red, se imponen penas a los infractores, la seguridad y el control toman nuevo impulso, la publicación es rigurosamente controlada. Se pone en marcha toda la maquinaria del poder establecido que llega al culmen en el año 2010 cuando, en tan sólo pocas semanas, surgen iniciativas como:

- La prensa española se muestra contraria a Google News que usa los contenidos que ella ha creado para sus propios fines y beneficios, estudiando incluso querellarse contra Google.

- Australia plantea censuras gubernamentales a la red, provocando reacciones airadas de algunos usuarios.
- En otros países, entre ellos los más grandes del planeta en población, la censura de ciertos contenidos está ya establecida.

- Aún sin censura oficial, se publican listas de países que la utilizan de manera más sutil.
- Francia plantea también controles cada vez mayores.
- El Reino Unido plantea leyes anti descargas.

- Todos los PC vendidos en ciertos países llevarán por ley software espía.
- Periódicos de gran prestigio en todo el mundo se preparan para cobrar los contenidos.

- Otras editoras ya han anatemizado a los agregadores y al uso gratis de la información.

- Los editores alemanes se posicionan en contra de Google, la distribución gratis de sus noticias y la no participación en las ganancias publicitarias, yendo a los tribunales.

- Hoy mismo (23.12.2010), expertos en Internet afirman que la supervisión de los contenidos de la red es necesaria para mantener la seguridad de la sociedad
- En España, se proponen leyes para controlar la red más estrechamente.
- Lawerence Lessing publica un interesantísimo libro- El código 2.0 – en el que analiza los movimientos poderosos de fondo que existen para controlar la Red y señala que el ciberespacio está a punto de convertirse en «el lugar más regulado que hayamos conocido jamás».

La mayoría de la gente- por ambos bandos- sólo sufre las consecuencias del conflicto entre las élites. La contrarreforma está en marcha

Además, será muy sencillo controlar técnicamente la red ya que no harán falta batallones de inquisidores, ni concilios, ni espías. Bastará un centenar de filtros electrónicos colocados en posiciones concretas del cableado de fibra óptica y en los grandes nodos de conexión de subredes. Aquí
puede verse el esquema mundial de los cables (muy pocos) que nos comunican a todos. El corte accidental de dos cables –sólo dos- dejó no hace mucho a 75 millones de personas desconectadas de Internet y redujo el flujo de transmisión en un 75% en toda Asia. Bastaría colocar un controlador en ese cable para vigilar el tráfico de información de todos esos millones de seres.

¿Afectará esto a la literatura?

A la digitalizada, sin duda. En dos vertientes opuestas. Por un lado, se hará más complicado acceder a ella y, al ser costosa, el ruido mediático irá decayendo. Pero, por el otro, en el momento en que sea difícil acceder a contenidos gratis y haya que pagar por ellos, se dará una explosión tecnológica de dispositivos avanzados y de contenidos por el simple y prosaico motivo de que será un buen negocio si hay un mercado mínimo que lo justifique. En los blogs y las redes permanecerán los “exhibicionistas” que gusten de exponerse a la escrutadora mirada de los controladores del Gran Hermano en el – citando otra vez a Lessing- “lugar más regulado jamás conocido”.


A la literatura digital, creo que afectará de momento bien poco porque es tan incipiente y está tan poco extendida (poca gente paga o está dispuesta a pagar por ella) que no será foco de atención. Pero esto puede tener su efecto beneficioso ya que – al estar lejos de la vorágine de la contrarreforma- podrá desarrollarse más libremente . Quizá, incluso, mantenga su gratuidad y, por ello, pase a ocupar el centro de interés de los que busquen contenidos que no cuesten dinero.

¿Habrá un siglo de oro digital y digitalizado? ¿O la Historia no se repite nunca?


Publicado por Félix Remírez

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7 comentarios:

  1. Interesante perspectiva, aunque con demasiados saltos -divertidos y con los que estoy de acuerdo ideológicamente- en la argumentación.
    ¿Que controlarán estos cacharros? Ya lo hacen, ahora sólo se trata de regular el negocio para domesticarlo y que deje ingresos en esas cosas que se llaman países que, en realidad, están regidos por intereses que los superan y que tienen siempre una raíz económica.
    Pero la literatura digital -el arte digital- hace tiempo que saltó de Internet y esto va cada vez más en aumento. En efecto, Internet será el cable de contacto (entre otras cosas) pero hay otros procedimientos.
    Y si llega el control absoluto, ya inventaremos otras fórmulas.

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  2. Me suena al viejo cuento de apocalípticos e integrados, trasladado ahora a la ficción cibernética. Es cierto que el poder (sobre todo el vinculado al control) despliega nuevas facetas, pero ya Foucoult ha demostrado hasta el cansancio que a cada faceta del poder le siguen muchas formas de resistencia, de modo que, como lo dice pedro, algo inventaremos, tal vez una ficción de contraste...

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  3. Es negro el panorama. Nuncá pensé que fuera tan factible el control y que dependiera de filtros y cables submarinos. A pesar de todo, la magnitud del fenómeno internet es tan colosal que todo lo que se intente será poner puertas al campo. Y en último término, si la gente deja de comprar ordenadores porque ya no les sirven para su juego de libertad,se vendrá abajo el negocio. Y eso sí que no.

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  4. Por un casual, aparece hoy en la prensa una entrevista a Upendra Shardanand publicado en PaidContent. Shardanand fue el creador de FireFly Network, uno de los desarroladores del Password de Hotmail y fundador de Daylife. A la pregunta,

    Pero usted apunta que podrían ser un obstáculo para el conocimiento. contesta:
    Potencialmente, sí. Hasta la fecha, si China quería censurar un libro, debía buscar cada copia y retirarla. Hoy en día, pulsando un botón, la copia original desaparece instatáneamente. Asimismo, uno puede tener un libro en su ebook, pero no puede prestarlo como antes. Amazon impide tecnicamente a las bibliotecas prestar el Kindle. Lo dice expresamente: “No se puede prestar”. Ejemplos como éstos podrían constituir un obstáculo. A mí no me preocupa la gente que puede acceder a la información, sino la que no puede. La gente pobre cuyo único modo de leer un libro es conseguirlo en una biblioteca. ¿Qué pasa con ellos?

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  5. Un artículo que defiende al editor, al control editorial y ataca la mala calidad literaria de la red. Y bien argumentado.

    http://www.elpais.com/articulo/opinion/Mueran/heditores/elpepuopi/20100119elpepiopi_12/Tes

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  6. Genial la relación entre la contrarreforma y el actual radicalismo de los controles y la estafa privativa. También se podría haber relacionado con el fin del antiguo régimen y la aparición de los monarcas absolutos... En mi opinión las posturas en declive se radicalizan en su último estertor.

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