El lector de libros electrónicos del futuro tendrá poco que ver con el actual dispositivo que, a pesar de todo el ariete mediático, presenta demasiadas deficiencias técnicas y sensoriales. En un comentario realizado aquí yo indicaba que, en mi opinión, el libro electrónico del futuro no será papel pero será como el papel, entendiendo ese "como" en cuanto a que, al menos, debe tener todas las propiedades actuales del papel. Más muchas otras por supuesto.
Una idea en esta dirección es la que propone el húngaro Martin Perhiniak que ha desarrollado un diseño básico (aún no llevado a la práctica) para Apple. Se trata del Ibook. Este video es muy ilustrativo de todo lo que este concepto aporta. Se trata de un libro, muy parecido al que conocemos, pero con multitud de ventajas respecto al mismo. El Ibook se construye sobre todo lo que el libro convencional tiene ya, no contra él.
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Entrada publicada por Félix Remírez
La urgencia comercial nos vende las cosas como si fueran definitivas y fueran a durar, cuando sabemos, por propia experiencia, que la tecnología obliga a cambios cada poco tiempo: un ordenador que me compre hoy, dentro de tres o cuatro años me dará muchos problemas incluso para las actividades más básicas.
ResponderEliminarLo que será del libro electrónico dentro de tres o cuatro años se sabe ya: la tecnología trabaja, en su comercialización, con esos plazos. Lo que será del libro electrónico dentro de 25 años, quién sabe.
Quizá el libro electrónico nos lo implanten con chip. ¿La única forma de que mucha gente lleve un libro dentro?
Sería estupendo eso de llevar un chip con todos los libros del mundo implantado en el cerebro,si se les pusiera a todos los bebés,los maestros tendrían mucho menos trabajo o incluso ninguno.
ResponderEliminarSobre todo esto también la revista NewGeek http://newgeek.es/ngm5
ResponderEliminar@Juan José Díez. Como chiste está bien eso del chip y la eliminación del trabajo de los maestros. Pero resulta que la capacidad de lectura (e introspección) no nos es innata, como bien lo cuenta la neurobióloga y lingüista Maryanne Wolf en Proust And The Squid. Creo que hay traducción al español, pero le cambiaron tanto el título que ya no estoy segura.
ResponderEliminarUna reflexión más larga sobre el tema en http://librosenlanube.blogspot.com: "Cuando los libros cobran vida".