What They Speak When They Speak to Me es un poema interactivo sobre la confusión de identidades, realizado por Jason E. Lewis con la colaboración de Bruno Nadeau y Elie Zananiri. Se experimenta aquí con diferentes formas de presentar poemas para ser leídos mediante interacción táctil. Fue publicado en 2007 en una versión bilingüe (inglés-francés) en Montreal. Ahora aparece la adaptación para iPad/iPhone/iPod Touch (iTunes).
La pantalla está llena de letras flotantes. Si uno arrastra cualquiera de ellas con el dedo, parece formarse una línea de palabras extrañas, pero basta con que sigamos arrastrando esa cadena en sentido contrario para que se recomponga el orden y aparezca un enunciado comprensible. En todo caso, debemos mantener la presión con el dedo durante el arrastre para que no se desvanezca el efímero verso. Dicen los autores que el argumento del poema trata sobre "los errores de identidad y la confusión -divertida y alarmante- que surge cuando la gente cree que eres alguien que no eres". Sin embargo, aunque veamos las cadenas de palabras bien formadas, no es posible (al menos para mí) captar ese contenido declarado, pues los versos aparecen en cualquier orden y se desvanecen sin poder retener el hilo poético.
Si ya internet con la fusión multimedia permite cumplir los sueños futuristas de Marinetti (o la de nuestros ultraístas como Guillermo de Torre y sus girándulas) con versos en movimiento que pueden dibujar figuras, convertirse en pájaros, o tener como fondo el aullido del mar, esta aplicación para iPad, añade la posibilidad un poco mágica de sacar los versos a la luz tocándolos con los dedos. Pero claro, debajo de estas curiosidades tecnológicas debe latir el corazón de un poeta y no simplemente la habilidad de un webmaster.
(En el blog Fuego con nieve, del poeta Antonio Rivero Taravillo, podemos encontrar Notas sobre poesía visual, un muestrario de ejemplos muy completo e ilustrativo de los orígenes y el desarrollo de este tipo de poesía en las vanguardias de principios del siglo XX.)
Entrada publicada por Juan José Díez
La pantalla está llena de letras flotantes. Si uno arrastra cualquiera de ellas con el dedo, parece formarse una línea de palabras extrañas, pero basta con que sigamos arrastrando esa cadena en sentido contrario para que se recomponga el orden y aparezca un enunciado comprensible. En todo caso, debemos mantener la presión con el dedo durante el arrastre para que no se desvanezca el efímero verso. Dicen los autores que el argumento del poema trata sobre "los errores de identidad y la confusión -divertida y alarmante- que surge cuando la gente cree que eres alguien que no eres". Sin embargo, aunque veamos las cadenas de palabras bien formadas, no es posible (al menos para mí) captar ese contenido declarado, pues los versos aparecen en cualquier orden y se desvanecen sin poder retener el hilo poético.
Si ya internet con la fusión multimedia permite cumplir los sueños futuristas de Marinetti (o la de nuestros ultraístas como Guillermo de Torre y sus girándulas) con versos en movimiento que pueden dibujar figuras, convertirse en pájaros, o tener como fondo el aullido del mar, esta aplicación para iPad, añade la posibilidad un poco mágica de sacar los versos a la luz tocándolos con los dedos. Pero claro, debajo de estas curiosidades tecnológicas debe latir el corazón de un poeta y no simplemente la habilidad de un webmaster.
(En el blog Fuego con nieve, del poeta Antonio Rivero Taravillo, podemos encontrar Notas sobre poesía visual, un muestrario de ejemplos muy completo e ilustrativo de los orígenes y el desarrollo de este tipo de poesía en las vanguardias de principios del siglo XX.)
Entrada publicada por Juan José Díez
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